martes, 25 de noviembre de 2008

LA FAUNA DE ESTA TIERRA ESTÁ EN PELIGRO DE EXTINCIÓN




Dicen que el Uruguay tiene el carnaval más largo del mundo. Yo digo que se equivocan. Existe uno más largo, cómico (o trágico, depende como se lo mire) y absurdo, y en esta ocasión parece que va a destruir todos los pronósticos, me refiero al carnaval electoral.

Cada 5 años la historia se repite, locales partidarios en todos los barrios, las banderas de los partidos políticos empiezan a adornar los balcones de las casas, los políticos empiezan a tener más cámara que los propios informativistas, se hacen promesas que se sabe JAMÁS serán cumplidas, y la lista continúa con un sinfín de situaciones que animan la madre de todos los carnavales.

Pero tal vez la peor faceta de esta “fiesta” se refleja en nuestra querida televisión uruguaya. Supongo que esta época es para los dueños de los canales abiertos nacionales el equivalente a Enero para los rochenses. Los partidos políticos empiezan una competencia feroz por acaparar la mayor cantidad de minutos posibles al aire. ¿Y que es lo que muestran estas campañas? ¿Acaso hacen un esfuerzo por mostrar las incitativas o propuestas del partido o un sector en particular?.....¿¿PARA QUÉ?? No, lo único que vamos a ver en esas pautas es el mate, la rambla, lo lindo de ser uruguayo, todo acompañado de un jingle pegadizo que lo vamos a cantar hasta en la ducha. Porque lo importante para maximizar la captación de votos hoy en día, no pasa por la confrontación de ideas y propuestas, sino por apelar a lo sentimental. La racionalidad que tendría que poseer la elección de la alternativa que más se ajusta a nuestros ideales, es sustituida por la elección en base a lo emocional.


¿Qué podemos hacer para evitar este bombardeo de publicidad, que como tsunami, arrasará todo lo que se le ponga en frente? Yo en particular estoy estudiando seriamente sacar de la memoria de mi televisor los canales uruguayos, cosa de no verlos ni el zapping.

Para terminar, un video alusivo al tema de la banda Ska-p: Circo Ibérico