lunes, 30 de noviembre de 2009

Una oportunidad única


“…y ‘Ay’ de aquellos que se creen que el poder está arriba y no se dan cuenta de que el poder está en el corazón de las grandes masas. Me costó una vida aprenderlo”

José Mujica


El Uruguay comparte con la Argentina un curioso récord y que rara vez es mencionado por los políticos. Somos un caso único en el mundo de un país que al iniciar el siglo XX tenía dadas todas las condiciones para poseer hoy en día, niveles de desarrollo comparables con los de Australia o Nueva Zelanda. Así en los inicios del siglo pasado un uruguayo promedio era más rico que un portugués, español, noruego, italiano o finlandés. Pero sin embargo, por razones que no voy a explicar en esta entrada, nos fuimos quedando. El siglo XX fue el siglo de nuestra decadencia. Como país perdimos la oportunidad de alcanzar niveles de bienestar que nos hubieran ubicado muy por encima del promedio lamentable de América Latina. Hoy en día, para que nos hagamos una idea, un portugués es en promedio una vez y media más rico que nosotros, un español 2 veces, un noruego más de 3 veces, un italiano más de 2 veces y un finlandés casi 3 veces. Evidentemente perdimos mucho terreno.

¿A qué se debe esta introducción? Principalmente uno de los elementos que explican el triunfo de esas naciones es haber logrado amplios acuerdos programáticos en las áreas claves para el desarrollo de un país, lo que se conoce como políticas de Estado. Una política de Estado consiste en la concreción de acuerdos sobre algún tema en particular por todos los partidos políticos del país. Una vez que esto se logra, la política pasa a ser “de Estado” porque gobierne quien gobierne los lineamientos principales se mantendrán. Dicha situación brinda la estabilidad necesaria para que el país concrete planes de largo plazo que promuevan su desarrollo. Esto es lo que hizo Chile en su retorno a la vida democrática. Tanto la “izquierda” como la “derecha” de ese país han acordado el mantenimiento de una misma línea económica, que ha permitido el avance y el desarrollo de su economía. De esta forma Chile se convertirá en el primer país que en los 20 o 30 años siguientes abandone definitivamente el círculo de la pobreza en América Latina y dé el gran paso hacia delante.

Ahora con el triunfo del Frente Amplio y la llegada de José Mujica a la presidencia están dadas las condiciones para que estos acuerdos se logren. La coalición de izquierda propuso discutir la concreción de acuerdos programáticos en cuatro grandes áreas, educación, medio ambiente, seguridad y energía. A esto yo le agregaría la política económica, donde también en algunos temas es necesario el acuerdo. Por una vez me gustaría ver que lo que tanto se habló en los discursos de ayer se cumpla, que no quede sólo en palabras vacías. Todos debemos darnos cuenta que para construir el país en el que todos queremos vivir dentro de 30 años, debemos empezar hoy. Y eso no puede ocurrir si cada 5 años el ganador desea refundar la República.

Sinceramente soy bastante escéptico con que se logre un gabinete ministerial de varios partidos como se ha estado proponiendo. Pero si creo que se pueden lograr estos acuerdos en algunos temas. No será una tarea fácil, se deberá enfrentar a muchos corporativismos, tanto de empresarios como de trabajadores, que intentarán defender sus privilegios por encima del interés general, pero que lo disfrazarán como la defensa del “patrimonio nacional”. Pero este es un tema que ya se ha vuelto impostergable, y espero que los actores estén a la altura de las circunstancias.

Es una oportunidad única definitivamente. Podemos estar en las puertas de un nuevo Uruguay, donde los uruguayos por los menos en algunos temas bien concretos tiremos todos para el mismo lado. Si no lo hacemos así, como en el siglo pasado, seguiremos viendo como los demás nos pasan volando mientras que nosotros nos hundimos en la pobreza y el subdesarrollo.

Como alguien que se considera alejado de las dos grandes corrientes que dominan este país, le deseo lo mejor a este nuevo gobierno y a su presidente. Sinceramente espero que oficialismo como oposición estén a la altura de lo que se viene. Este es mi deseo, como ciudadano y como uruguayo.

SALUD.